Desde el inocente rosa de la cubierta, Chiquilladas nos invita a poner al límite nuestra capacidad de observación para ir más allá de las apariencias. Y es que, a pesar de su angelical título, este libro no es en absoluto lo que parece. Elegante —e hilarante— parodia de los libros pedagógicos de principios del siglo pasado, este divertido y travieso álbum de estética vintage, nos descubre la falta de escrúpulos que caracteriza a los niños de todas las épocas. Todo un homenaje a la literatura clásica teñida de humor negro que fue merecedor de una mención especial en la categoría de ficción de la Feria del Libro Infantil de Bolonia
en 2016.

Chiquilladas es un antimanual de buenas maneras, a la manera de las estampas de Épinal, que ilustra la crueldad atemporal de la que hacen gala los infantes cuando se les hurta la autoridad paterna. Una historia irónica sobre la crueldad de la niñez.

La madre de Louise Bourgeois tejía sus tapices igual que las arañas tejen sus telas. Antes de convertirse en una de las artistas contemporáneas más famosas del mundo, Louise aprendió a tratar los tejidos en el taller de su familia. Los consejos de su afectuosa madre sobre cómo trabajar con cada tapiz le enseñaron a apreciar la forma y el color, y la inspiraron para concebir sus célebres obras posteriores como escultora.

La pequeña Polly adora las siestas. No importa que esté sentada en su silla, tumbada en la hierba o tocando el piano, irresistible, el sueño siempre llega. Muchos piensan que Polly es una chica perezosa. Pero están equivocados. Polly está despierta, muy despierta. Y pronto descubrimos que sus ojos se cierran para ver mejor. Polly corre increíbles aventuras entonces, pobladas de arañas gigantes, naipes que cobran vida o vacas que la persiguen por los prados. Una auténtica obra maestra del cómic de principios del XX que se presenta en un formato de coleccionista.